Este artículo va dirigido a receptores y receptoras de Reiki, pero muy especialmente a l@s practicantes.
Sabemos que el Reiki nos beneficia en multitud de situaciones y aspectos. Mejora la salud, ayuda a regenerar tejidos (huesos, músculos, piel, etc.), así como a resolver conflictos emocionales y a devolver el propio equilibrio. El desarrollo personal y de nuestras capacidades en las diferentes áreas de la vida también encuentran un buen soporte en esta práctica.
Dicho esto y a pesar de ser unos enamorados del Reiki, esta semana no vamos a extendernos en sus infinitas virtudes, y es que, aunque es totalmente inocuo y compatible con otros tipos de terapias, tratamientos y medicinas, excepcionalmente hay momentos en los que debemos tomar algunas precauciones o incluso aplazar el tratamiento.
Por cuestiones higiénicas y para evitar el riesgo de infección nunca debemos tocar una herida abierta. Es mejor aplicar Reiki a unos centímetros de distancia para evitar el contacto.
Los avances en medicina actualmente permiten la reimplantación de miembros. Como el Reiki acelera el proceso de cicatrización y regeneración del tejido no lo emplearemos en el caso de la amputación de un miembro por accidente, ya que podríamos dificultar el reimplante.
Por el mismo motivo no lo aplicaremos a un hueso fracturado hasta que un profesional lo haya recolocado o después de la intervención si fuera necesaria. En este caso abstenerse si han sido implantados tornillos o placas de sujeción, etc.
Hablando de nuevas practicas quirúrgicas y de implantes llegamos a los casos más frecuentes. Implantes y prótesis de todo tipo se han normalizado de tal modo que es difícil no encontrarlas en gran parte de la población. Implantes dentales, prótesis de titanio, silicona o salinos, hilos tensores, lentes intraoculares, DIUs, marcapasos, escarificaciones, etc. deben haber sido “aceptados” por el cuerpo antes de recibir el tratamiento, ya que al ser elementos extraños que al organismo no le gustan, tiende a deshacerse de ellos y el Reiki podría facilitar el rechazo.
Especial atención a los órganos trasplantados e injertos. Al tratarse de tejido ajeno (a veces, incluso si es tejido propio pero de otra zona del cuerpo) puede pasar como en el caso anterior. Evitaremos correr riesgos si aplazamos las sesiones de Reiki hasta que el doctor dé por aceptado el trasplante.
Una persona o animal con quemaduras sufre dolor, ardor y riesgo de infección a través de la zona afectada. Como las manos de un practicante de Reiki emiten calor al canalizar la energía, no las acercaremos a una quemadura hasta que haya dejado de doler y aún así evitaremos el contacto directo. Hasta llegar a ese momento podemos tratar con energía Reiki el resto del cuerpo no afectado, o la totalidad si es con Reiki a distancia.
Nunca trataremos a una persona (o animal) que va a ser anestesiada ni durante una intervención quirúrgica. El Reiki desintoxica, por este motivo el paciente podría eliminar la anestesia y despertar durante la operación. También se podría dar el caso de que pudiera necesitar más cantidad de anestesia si ha recibido Reiki en las horas previas a la intervención. Sin embargo, da resultados excelentes durante la reanimación y horas posteriores.
Cuando existan problemas cardíacos es aconsejable no aplicar Reiki directamente sobre la zona del corazón.
Algunas escuelas japonesas prefieren no interrumpir los ataques de epilepsia y tratar a la persona después de la crisis. Argumentan que estos ataques son un recurso que el cuerpo emplea como parte de un proceso de sanación interno.
Hay otros supuestos en los que la prudencia y el buen juicio deben imponerse. En VoxCorpore, por ejemplo, contemplamos como casos de excepción, entre otros, la trombosis venosa profunda y el cálculo renal. Si tienes dudas sobre alguna otra situación que no hayamos descrito recuerda que puedes consultárnos.
Hace unos años solo habríamos hablado de un tercio de estas situaciones pero los avances en medicina y algunas tendencias y modas sociales hacen necesario que nos planteemos cuando es “contraindicado” tratarnos con Reiki o cómo debemos hacerlo. Los futuros nuevos cambios traerán nuevas «contraindicaciones» que tendremos que saber ver. Si hemos entendido los porqués de los ejemplos anteriores no hará falta “aprenderse la lista” de excepciones actuales ni futuras.
Hay una formula que siempre recomendamos en nuestros seminarios y nunca falla:
PIENSO, Y ANTE LA DUDA, ME ABSTENGO.
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