Relájate, mejora tu circulación, recupera la movilidad o aumenta tu vitalidad. Te ofrecemos diferentes tipos de masaje, escoge el tuyo o combínalos.
Beneficios del Masaje:
- Mejora la de circulación y la sensación de piernas cargadas
- Dolores musculares, articulares y óseos
- Elimina contracturas
- Mejora el dolor de cabeza, la cefalea tensional y la migraña
- Ayuda en el insomnio, estrés y tensión
- Refuerza el sistema inmunológico
- Mejora el metabolismo y favorece la eliminación de toxinas
- Disminuye la retención de líquidos
- Aumenta la vitalidad, elimina adherencias y tonifica la piel
- Produce relajación y mejora el estado de ánimo
- Etc.
El Quiromasaje
Quiromasaje significa literalmente masaje con las manos y se diferencia de otros tipos de masaje porque no utiliza aparatos para la aplicación. A través de la palpación, el amasamiento y diferentes grados de presión, el quiromasaje permite al masajista encontrar y tratar los diferentes tipos de dolor y tensión.
La combinación del quiromasaje con otras técnicas como el drenaje linfático, la digitopuntura o los puntos gatillo, entre otros, permite al terapeuta adaptar el tratamiento a las necesidades del paciente.
El quiromasaje puede ser un tratamiento en sí mismo y además combinarse con Reiki, Flores de Bach, trabajo miofascial o diálogo celular para mejorar así los resultados de cada sesión y acelerar los procesos de curación.
Se atribuye la creación y puesta en práctica del quiromasaje en España a V. L. Ferrándiz García.
Te recomendamos una sesión de quiromasaje si estás en una época de estrés, tienes tensión cervical, lumbalgia, cefalea o crees que necesitas revitalizar tu cuerpo.
Masaje terapéutico
Este tipo de masaje se diferencia del resto en el objetivo del tratamiento. Así como el quiromasaje puede usarse como método de relajación o para mejorar la tensión cervical en general, el masaje terapéutico está enfocado a tratar lesiones más o menos concretas.
Algunos ejemplos son: tendinitis, ciáticas, lumbalgias, contracturas recurrentes, síndrome del túnel carpiano, recuperación tras accidentes o fracturas, distensiones musculares o de ligamentos, etc.
En la consulta combinamos diferentes técnicas de masaje como movilizaciones, puntos gatillo, estiramientos, etc.
Cuando la lesión es especialmente severa y lo requiere, utilizamos técnicas como la Terapia Craneosacral, el desanudamiento mediante Liberación Somatoemocional, las Flores de Bach, el Reiki, etc.
El objetivo es resolver la lesión de manera definitiva y en profundidad, acelerar el proceso de curación, recuperar la movilidad, la elasticidad y el buen funcionamiento de la zona.
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Masaje piernas cansadas
Con un efecto drenante y relajante, el masaje para piernas cansadas está especialmente recomendado si padeces pesadez de piernas, problemas circulatorios o retención de líquidos.
De gran ayuda durante el embarazo, en casos de calor y humedad excesivos, para el síndrome de las piernas inquietas, si pasas muchas horas de pie, etc.
El masaje para piernas cansadas previene la aparición de varices, deshincha y estiliza las piernas, ofrece confort, bienestar y sensación de ligereza.
Reforzamos el tratamiento con vibración mecánica, esencia de menta japonesa y, si es necesario, aplicación local de las Flores de Bach.
Masaje descontracturante
Este tipo de masaje destaca por su acción sobre las «populares» contracturas. El masaje descontracturante actúa relajando el músculo, mejorando la oxigenación, vascularización y drenaje del mismo. Aparte ayuda a la eliminación de metabolitos y a la recuperación de la elasticidad y movilidad del tejido afectado.
Para conseguirlo empleamos diferentes manipulaciones de masaje y otras técnicas como los puntos gatillos, el masaje miofascial, la aplicación de calor húmedo, etc.
¿Qué es una contractura?
Cuando un músculo o grupo de ellos se encoge de forma permanente e involuntaria, sus fibras y tejidos de alrededor ven comprometidas su fisiología y movilidad. Esta situación provoca irritación, inflamación y dolor en el foco de la contractura e incluso en otras zonas más alejadas. Por ejemplo: una contractura subescapular puede provocar molestias cervicales, dolor de cabeza, provocar otras contracturas, etc.
Sus causas son variadas, desde sobreesfuerzos, movimientos continuados, bruscos o repetitivos (especialmente cuando se hacen en frío) hasta situaciones emocionales estresantes que nos hacen estar más tensos físicamente.