Quien lo ha vivido entiende perfectamente el dicho: «¡Es más malo que un dolor de muelas!» Se trata de un dolor agudo, irritante y nervioso que impide descansar, concentrarse y comportarse con normalidad.
Por su alto contenido en eugenol, el clavo de olor tiene propiedades antiinflamatorias, desinfectantes y contribuye a calmar el dolor. En estos casos sujetar un clavo de olor ligeramente machacado sobre la pieza afectada va muy bien. Además ayuda a combatir la posible halitosis.
Otra forma de usar este remedio es aplicar sobre la muela o diente afectado un algodoncillo (previamente humedecido en aceite de oliva) con una gota de aceite esencial de clavo.
Atención
- Recomendamos no repetir con mucha frecuencia ya que podría irritar las encías
- NO USAR si estás tomando medicamentos anticoagulantes
- No está contrastada su seguridad durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 6 años
Mantenimiento y prevención
Utiliza a diario agua de mar como colutorio. Mucho mejor si además la usas como dentífrico.
Otro remedio muy efectivo: las Flores de Bach
La combinación de Impatiens, Elm, Agrimony, Vervain, Vine, Crab Apple y Sweet Chestnut calma el dolor, la irritabilidad y estado de desesperación que se vive en esos momentos.
Muy importante
Acude inmediatamente a tu odontólogo si sospechas que se trata de un foco séptico (infección localizada bajo la pieza dental) o el dolor y la inflamación no desaparecen del todo.
Esperamos que nunca lo necesites pero siempre va bien tener clavo de olor en tu botiquín natural o en tu cocina. A parte de las que hemos mencionado, esta especia tiene múltiples propiedades muy interesantes.
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